Tratamiento de Conducto

*Por favor sea consciente que aunque algunos de nuestros pacientes necesitan tratamiento de conducto, no realizamos este procedimiento en la oficina, y tendríamos que referir al paciente a otro especialista.

Un procedimiento de conducto se considera uno de los métodos más eficaces de salvar y retener un diente que ha sido severamente afectado por el deterioro dental o una lesión.

Según la Encuesta de los Servicios Dentales más reciente por la Asociación Dental Americana, casi 41,000 conductos se realizan todos los días en los Estados Unidos y cerca de 15 millones se realizan en un año. Como el índice de éxito del tratamiento endodóntico es más del 90%, y porque mantener la dentición natural de un paciente es esencial a la salud oral general, la terapia de conducto a diferencia de extraer el diente involucrado es una opción muy recomendada para el tratamiento.

Un procedimiento de conducto es indicado cuando los tejidos vitales, los cuales son referidos a la “pulpa,” se inflaman o se infectan por una lesión, caries dentales ondas o un caso avanzado de la enfermedad periodontal. Cada diente tiene un conducto central o muchos de ellos los cuales contienen vasos sanguíneos, nervios, y tejidos conectivos, que hacen la pulpa dental. Estos tejidos de la pulpa son esenciales para que un diente se desarrolle, madure, y salga a su posición. Ya cuando haya salido el diente, la pulpa dental provee nutrición para mantener el diente vivo y sirve para alertar al individuo que hay caries o otros clases de daños afectando al diente. Tener sensibilidad a varios estímulos como morder y comer o beber cosas calientes o frías es una advertencia de los nervios dentro del diente que una enfermedad o un trauma dental está afectando al diente o que se está acumulando una infección. La cantidad de dolor que usted experimenta depende de la cantidad del daño y el involucramiento del nervio.